Muchos gerentes de oficinas aseguran que algunos espacios, parecen gritar a través de las señales que emiten, que necesitan un relevo o cambio de estructura, para que fluya un mejor desenvolvimiento.
Si empiezas a notar un desgano laboral en los empleados, desmotivación de líderes, ausencia de clientes a pesar de que el producto o servicio que prestan es de primera, tienes que centrar tu atención y tomar la decisión que aparece como inevitable y mejorará el ambiente de trabajo de todos.
Señales
Desde las más evidentes, hasta las que no lo son tanto, las edificaciones o locales exhiben señales de que ya cumplieron su labor, y no pueden brindar otro uso.
No te parece apropiado recibir a los clientes en tus espacios: la más obvia de todas las señales. Pues aunque no quieras admitir que siempre citas a tus clientes en un ambiente externo, alegando neutralidad del espacio, o tratando de que coincida tu hora de almuerzo con la entrevista, la realidad de la decisión es que no sientes que puedas impresionarlos de manera positiva con tus instalaciones.
El no sentirse orgulloso del ambiente en que creas tu trabajo, es suficiente razón para buscar rápidamente una nueva locación para tu oficina, y hacerla digna representación de tu emprendimiento.
Ausencia de motivación: de repente empiezas a notar una apatía y falta de chispa en aquellos empleados que habitualmente eran las estrellas, con ideas brillantes y comportamiento ideal.
Ahora lucen apagados, faltos de imaginación y sin proyección a futuro. Este comportamiento puede responder a una sede que no motiva ni inspira la chispa creadora en ellos. El cambio de ambiente, con salas modernas y llenas de colorido pueden lograr que el cambio ocurra.
Falta de espacio: si tus empleados lucen amontonados, o ya no tienen espacio para almacenar documentación, papelería, productos terminados, si es el caso, puede ser un grito de alarma para que notes que están al tope de capacidad, y probablemente ya no puedan producir por estar hacinados.
Si esto coincide con la ausencia de lugares donde puedan realizar una pausa activa, un break corto, tan necesario cuando se cumplen horas enteras en la misma posición, estarás notando la razón del “quemado” de tu propio personal, al no proporcionarle condiciones de infraestructura para un mejor funcionamiento.
El espacio no transmite buenas vibraciones:al llegar a la oficina, notas en ti, un enlentecimiento o apagado de tu energía. Podrías pensar que quizás un cambo de color cambia las cosas, y pruebas con operaciones menores de cambio, en colores y distribución de mobiliario, y nada.
Puede estar presenciando un caso de mala conexión de energía entre el local y tu ánimo. El próximo cambio que emprendas debe ser de locación, y no de detalles.
Falta de conexión entre el objeto de negocio y la localización del inmueble: en ocasiones el objetivo de tu empresa y la ubicación de la oficina no se aparejan, o quizás le iría mejor en una zona particular.
Un ejemplo perfecto de este desencuentro puede ser localizar un emprendimiento puramente artístico en una zona rural, en donde no abundan los clientes que busquen lo que tú ofreces.
En esos casos el cambio de oficina debe realizarse con urgencia, so pena de desaparecer por ausencia de ingresos, y terminar sin local, negocio o dinero.
Si notas en tu oficina actual una o varias de estas señales debes agendar para ayer, una cita con la inmobiliaria más cercana, y así encontrar la sede ideal, que conecte tu emprendimiento, con la prosperidad y el éxito.